“Soy argentino y puntano y con mi corazón represento a mi provincia, y por mas plata que me pongan no cambio.” Fue la respuesta de Ernesto miranda cuando le ofrecieron la ciudadanía italiana para pelear por el titulo del mundo frente a Pone Kingpetch.
Nuestro segundo boxeador histórico que elegimos es Ernesto Miranda, un lujo para los ojos del mundo que recorrieron su carrera pugilística en los 5 continentes.
Don Ernesto Miranda ya no esta físicamente, el 16 de mayo del corriente año sonó la campana de su ultimo round, se retiro de la vida con el titulo de campeón. Su espíritu perdurara en cada finteo, en cada golpe, en cada round y en cada gota de sudor que correrá por el cuerpo de un boxeador puntano
Como breve homenaje les contaremos los datos más sobresalientes de su carrera boxística.
Ernesto Miranda ex campeón argentino en la categoría gallo (1958) y ex numero uno en el ranking mundial de la mosca según la CMB (1962). Con 222 combates, 164 ganados, 22 empatados y 36 derrotas, nunca fue noqueado.
A los 12 años comenzó a entrenarse en el boxeo adiestrado por su padre en el club Belgrano, un año después ya hacia su primera pelea amateur. Con 17 años se alzaba en Buenos Aires campeón argentino de novicio en la categoría mosca del campeonato de los barrios Eva Perón, y a los 18 ya debutaba en el profesionalismo.
El 3 de mayo de 1958 peleo en el Luna Park por el titulo argentino de la categoría mosca frente a José Roberto Castro. Después de doce agotadores asaltos se llevaría el titulo consagrándose campeón, dos años después comenzaba su aventura por el mundo. Primero en España donde la federación española de boxeo le pediría que perdiera por que estaba dejando mal parado al boxeo español, luego en Italia donde amado por el publico y el pueblo italiano le ofrecerían la ciudadanía de ese país, posteriormente este trotamundo combatiría en Argelia, Marruecos y otros países del continente africano.
En 1960 los vientos de gloria lo llevarían a Tailandia a combatir contra un campeón del mundo, en el publico que asistió se encontraban el rey Juan Carlos y la reina Sofía de España que en su luna de miel contemplaron a aquel gladiador puntano llamado Ernesto Miranda. Al poco tiempo volvía a Sudamérica haciendo gala de su exquisito boxeo en Colombia y Panamá para luego volver a su país en 1966, pero solo por un tiempo. Siguiendo sus pasos volvería nuevamente al continente viejo, Europa, donde seguiría su carrera hasta que a los 41 años, después de una fractura en su mano izquierda de la que nunca se recuperaría, anunciaba su retiro del boxeo en Francia.
Estos fueron algunos de los logros de un campeón, los logros de un guerrero de sangre puntana, los logros de Ernesto Miranda.
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